Voy a dedicar unos artículos a lo que pensaba y fascinaba sobre el territorio de Nueva España este polímata, geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador prusiano.
Empezaré haciendo una pequeña introducción sobre su persona.
Su nombre completo era Federico Guillermo Enrique Alejandro, Freiherr von Humboldt, conocido como Alexander von Humboldt o en español Alejandro de Humboldt.
Nació en Berlín, el 14 de septiembre de 1769 y falleció el 6 de mayo de 1859.
Tuvo como hermano mayor a Wilhelm von Humboldt, ministro y lingüísta.
Alejandro de Humboldt es cofundador de la geografía en su tratamiento de ciencia empírica.
Después de esta pequeña introducción sobre un hombre que ADMIRABA a Nueva España y no al país que surgió en 1821 tras su separación de España dando lugar a México, el cual para Alejandro de Humboldt este nuevo estado era sinónimo de caos y destrucción.
Foto: en.wikipedia.org.
Vamos a pasar a lo que realmente admiraba este prusiano...
Alejandro de Humboldt estaba maravillado por los bellos edificios que había en México, Querétaro o Guanajuato, llegando a decir en más de una ocasión que eran más bellos que los edificios que había en Europa.
Y para ejemplo el Acueducto de Querétaro, símbolo de la capital queretana, fue mandado construir por don Juan Antonio teurgia iharana marqués de la Villa del Villar del
Águila.
Está monumental obra hidraúlica se realizó entre 1726 y 1735 para satisfacer la petición de las monjas capuchinas y de paso otorgar de agua a la ciudad.
Este producto tiene 74 arcos que alcanzan una altura promedio de 23 metros y una longitud de 1280 m.
Acueducto de Querétaro, esta en la Calzada de los Arcos, en la ciudad de Querétaro.
Foto: Turimexico.
Por cierto me indica algún hispanofobo que dejan los anglosajones cuando salen de algún país en el que han estado...